La cirugía ortognática tiene como finalidad mover la mandíbula o el maxilar a una posición más adecuada, más estética, más funcional y por supuesto más saludable; esto se logra a través de la combinación de dos áreas o especialidades médico-odontológicas: la ortodoncia mueve los dientes y la cirugía maxilofacial mueve los huesos.
Las deformidades dento-faciales son muy frecuentes, entre un 8 y un 12 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de desequilibrio relacionado con los dientes y el rostro, es decir, padecen de desarmonías dentofaciales, estas las podemos definir como las alteraciones que afectan tanto a los dientes como a la cara
¿Quién necesita de cirugía ortognática?
Aquellos pacientes adultos que sufren una grave maloclusión (mordida inadecuada) por causa esquelética y que por tanto no puede ser tratados únicamente con ortodoncia dental.
¿Qué hace la cirugía ortognática?
Esta cirugía se realiza con el fin de colocar los huesos en su posición adecuada después del tratamiento ortodóntico inicial o prequirúrgico. Su objetivo primordial es de lograr una mordida adecuada, restablecer la función masticatoria y mejorar la estética facial.
El cirujano maxilofacial es el especialista que realiza este tipo de correcciones, ya que posee el entrenamiento quirúrgico y el conocimiento especializado del aparato dental y masticatorio, lo que asegura un resultado tanto funcional como estético.
Cirugía ortognática estética
En muchas ocasiones las deformidades dentofaciales vienen acompañadas de otras desarmonías (nariz, mentón, mejillas, labios) por lo que también se podrán realizar mejoras de la estética facial, las cuales se pueden realizar en la misma intervención quirúrgica o en tiempos distintos mejorando substancialmente los resultados finales.